miércoles, 29 de septiembre de 2010

Humanidad Apatica


Como el niño en la foto. Asi esta la gentesita que vive en este Mundo de Perros. No les interesa ver mas alla de sus narices. No les importa si el mundo se cae a su alrededor, no les interesa nada.
Se que ayudar a alguien en este pedacito de tierra con gente es una espada de doble filo, muchas veces esa ayuda ni siquiera te la agradecen, pero no por ello dejas de ayudar.
Hoy, cuando venia del mercado, vi una mujer, como de unos 50 años, tal vez menos, tirada en la calle, no se si ebria, totalmente desnuda, y todas las personas a su alrededor lo unico que hacian era mirarla, nadie fue capaz de cubrirla siquiera con un trapo, me dolio, y al llegar a mi casa llame a Emergencias (171), me comunico a la primera y reporto la situacion, me colgaron el telefono, volvi a llamar y me desviaron la llamada, a la tercera me moleste y cuando contestaron le descargue al operador, OK, lo se, él no tiene la culpa, pero me dio tanta rabia y tanta impotencia que nadie haga nada. Las autoridades que tenemos aqui son Jarrones Chinos, estan puestos de purito adorno. Menos mal que estaba reportando era a la señora desnuda en la calle, porque si es para conseguir una ambulancia para mi abuelita enferma, se muere....

domingo, 26 de septiembre de 2010

De Madre a Madre

Esto lo tomamos de la Sección Lectores en Acción del Diario Ultimas Noticias. Lo escribió la Sra. Teresa Jiménez, a quien agradecemos el aporte.

Hace poco, las madres de delincuentes encarcelados, realizaron una manifestación, exigiendo los "derechos" de sus hijos...
Acá está la respuesta de una madre ciudadana...
"Vi tu enérgica protesta delante de las cámaras de TV, en favor de la reagrupación de presos y su transferencia a cárceles cercanas a sus familiares.
Vi cómo te quejabas de la distancia que te separa de tu hijo, y de lo que supone económicamente para ti, ir a visitarlo.
Vi también toda la cobertura mediática, así como el soporte que tuviste de otras madres y de otras personas que querían ser solidarias, y que contabas con el apoyo de algunas organizaciones y sindicatos populistas, comisiones pastorales, y ONG's de derechos humanos.
Yo también soy madre y puedo comprender tu protesta e indignación.
Enorme es la distancia que me separa de mi hijo.
Trabajando mucho y ganando poco, idénticas son las dificultades y los gastos que tengo para visitarlo. Con mucho sacrificio sólo puedo visitarlo los domingos, porque trabajo incluso los sábados para el sustento y educación del resto de la familia. Felizmente, también cuento con el apoyo de amigos y de la familia.
Si aun no me reconoces, yo soy la madre de aquel joven que se dirigía al trabajo, con cuyo salario me ayudaba a criar y mandar a la escuela a sus hermanos menores, y que fue asaltado y herido mortalmente por tu hijo.
En la próxima visita, cuando tú estés abrazando y besando a tu hijo en la cárcel, yo estaré visitando al mío y depositándole unas flores en su tumba, en el cementerio. ¡Ah! Se me olvidaba: ni a mi casa, ni en el cementerio, vino nunca ningún representante de esas organizaciones, que tan solidarias son contigo, para darme apoyo ni dedicarme unas palabras de aliento, ni siquiera para decirme cuáles son mis derechos ¡Los derechos humanos son de todos y para todos!
(resaltado en negritas nuestro)